La tecnología debe seguir siendo la principal aliada de las mujeres emprendedoras
Por Juliana Caballero, Head of Strategy en Alegra
Desde hace más de un siglo, las mujeres han persistido en su lucha por derechos iguales y por una sociedad más justa. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, celebramos los avances y desafíos del emprendimiento femenino y reflexionamos sobre cómo puede la tecnología ser una herramienta para acortar la brecha de género.
Con el advenimiento y la expansión de las tecnologías digitales, ha surgido una oportunidad sin precedentes para reducir las brechas en emprendimientos, empresas y comercios.
En España, sobresale el impacto significativo que ha tenido la tecnología y la innovación en la igualdad de oportunidades en el ámbito empresarial.
En este sentido, el número de mujeres emprendedoras ha crecido considerablemente en los últimos años, y para 2024, representan un 36,4% del total de trabajadores autónomos de España, de acuerdo con el MITES.
Aunque este número aún tiene margen de mejora, es destacable el 14,6% de crecimiento experimentado por los emprendimientos femeninos durante la última década, en comparación al 3,5% de los emprendedores masculinos. En el 2013, la cifra de autónomos no superaba a 3 millones de personas y por aquel entonces, las mujeres lideraban alrededor del 30% de dichos emprendimientos.
Este incremento cobra mayor relevancia cuando se analiza lo que ocurre en el sector privado, ampliamente dominado por los hombres y con apenas el 22,8% de los cargos directivos ocupados por mujeres, según CEINSA.
El aumento del número de mujeres que emprenden sus propios negocios también contribuye a derribar mitos y prejuicios respecto a su capacidad para liderar y expandir negocios exitosos.
Mirando hacia América Latina, los datos de Alegra evidencian un panorama aún más alentador. Las mujeres emprendedoras en la región han generado ingresos hasta un 60% superiores a los de sus contrapartes masculinas durante el año 2022, por ejemplo.
El rol de las tecnologías digitales en el empoderamiento femenino
Aunque aún hay un largo trayecto hacia la igualdad de género, la tecnología ha desempeñado un papel crucial en allanar el camino de las mujeres en el mundo emprendedor, lo cual era inimaginable para las generaciones pasadas.
La masificación de las tecnologías digitales en los últimos años ha sido un catalizador fundamental en este proceso de transformación. Las herramientas digitales, el acceso a Internet y la democratización de las plataformas de gestión empresarial en línea han permitido a más mujeres adquirir conocimientos, habilidades y competencias necesarias para emprender.
Este acceso les ha facilitado superar barreras geográficas y socioeconómicas, ofreciendo la posibilidad de participar en mercados globales y redes de apoyo que anteriormente estaban fuera de su alcance.
La tecnología digital también ha fomentado la creación de comunidades en línea donde las emprendedoras pueden compartir experiencias, buscar mentoría y acceder a financiamiento.
Por otra parte, gracias a la flexibilidad que ofrecen las tecnologías digitales es más simple equilibrar las responsabilidades profesionales y personales. En España, el 24% de las familias son monoparentales. Y, de ellas, el 81% son encabezadas por mujeres, según el INE.
La influencia de la tecnología en el emprendimiento femenino también ha sido clave en cambiar la percepción social sobre el papel de la mujer en la economía y en el liderazgo empresarial.
Testigo de esto son las historias de éxito de mujeres que han roto barreras y han construido empresas exitosas gracias a la tecnología, inspirando a otras mujeres y niñas a seguir sus pasos, promoviendo un ciclo virtuoso de empoderamiento y cambio.
Este cambio de percepción es crucial en una época donde los estereotipos de género aún siguen influyendo negativamente en las aspiraciones profesionales de las mujeres. La visibilidad de modelos a seguir femeninos en el mundo de la tecnología y el emprendimiento no motiva únicamente a las mujeres a emprender, sino que también ayuda a cambiar las actitudes y expectativas de la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, a pesar de estos avances, todavía existen desafíos significativos.
La brecha de género en el acceso a la tecnología sigue siendo un escollo en muchas regiones, limitando el potencial de las mujeres para emprender y crecer sus negocios.
En España, el 37,3% de las mujeres posee competencias digitales por debajo del nivel básico, lo cual supera en tres puntos porcentuales a los hombres en esta categoría. Además, del total de la población ocupada, un 6,2% son hombres especialistas TIC, mientras que solo el 1,7% son mujeres.
Además, la discriminación y el sesgo de género, tanto en el acceso a financiamiento como en las oportunidades de networking, siguen siendo obstáculos importantes que deben superarse. La lucha por una representación equitativa de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, tanto en el ámbito empresarial como en el tecnológico, continúa siendo un campo de acción prioritario.
Por ello, es imperativo seguir trabajando juntos para eliminar estas barreras. La educación y la formación en habilidades digitales para las mujeres, por ejemplo, son pasos esenciales para cerrar la brecha de género en el emprendimiento.
Al reflexionar sobre el camino recorrido y los desafíos que aún enfrentamos, es importante reconocer y celebrar el coraje, la creatividad y la resiliencia de las mujeres emprendedoras. Su contribución al mundo empresarial no solo fortalece las economías, sino que también promueve sociedades más inclusivas y equitativas.
En este Día Internacional de la Mujer, nos unimos para reconocer los logros de las mujeres en todos los sectores de la sociedad, y reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la igualdad de género en todos los ámbitos.
Es momento de redoblar esfuerzos para asegurar que cada mujer y niña tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, libre de barreras y limitaciones. La ruta hacia la igualdad de género en el emprendimiento y la tecnología está llena de desafíos, pero con determinación, colaboración y apoyo continuo, es un camino que podemos y debemos recorrer juntos.